POR QUÉ NUESTRA CAMPANILLA BEBE JACK DANIELS
…o I believe in fairies
Dice nuestro Peter que las hadas son una especie en peligro de extinción porque ya casi nadie cree en ellas. Que la primera risa de cada recién nacido se transforma en un hada, así que debería haber un hada por cada persona. Pero que cuando la gente crece, deja de creer en ellas. Y cada vez que alguien dice “ no creo en las hadas”, un hada cae muerta en algún lugar.
Llevo todo el proceso preguntándome dónde viven mis hadas. Si Campanilla y sus secuaces tuvieran que habitar en un espacio concreto, si convivieran con nosotros, si como creo, existen, dónde se esconderían. Y he vuelto a la ciudad de los sueños. Vivirían en un bar de jazz de Nueva York. En el St. Nick´s de Harlem, donde los estudiantes modelos de la Julliard se mezclan con la gente del barrio, que al volver de trabajar, y con la bolsa de la compra incluída se paran a tomar un trago y a cantarse una canción en el open mic. Allí, porque la miseria y la ilusión conviven haciéndolo todo posible. Nuestrass hadas beben Jack Daniels para olvidar que ya nadie cree en ellas, son un poco las chicas de Bob Fosse recicladas esperándoos a vosotros, como las chicas de Bob Fosse esperaban su Big Spender.
Hay días en los que una deja de creer en las hadas, y entonces piensa en ellas apoyadas en la barra del St Nick´s. Mejor unirse a ellas que dejar de verlas.
I do believe in fairies. I do. We do.