Para que yo me llame Clara Paloma,
para que mi diario sea especial
fueron necesarias lágrimas,
deseos de venganza
y fuego queriendo salir de mi interior.
Fueron necesarios encuentros y amistades,
fueron necesarias las ansias de volar
y elegir el camino.
Para que yo me llame Clara Paloma,
fueron necesarios “no seas tan dura contigo misma”,
experiencias dolorosas o dulces.
Para que yo me llame Clara Paloma,
Fueron necesarios el olor de la lavanda por las mañanas,
recordando las comodidades del pasado
y un lugar donde los árboles cantan.